Una buena salud dental está íntimamente relacionada con una correcta alimentación. La alimentación saludable nos permite tener una buena salud en general, pero también afecta de forma directa en el devenir del estado de nuestros dientes y de las encías.

Una alimentación en la que incluyamos frutas y verduras, rica en proteínas, en la que no falten vitaminas D, C, K y A, y en la que no nos excedamos en el consumo de alimentos ricos en azúcares ni bebidas azucaradas, traerá como consecuencia una boca saludable. Y también a la inversa: si lo vemos desde el punto de vista de la alimentación, poseer una boca saludable nos facilitará una buena nutrición, puesto que debemos disponer de unos dientes y encías saludables para poder masticar y tragar los alimentos eficazmente y absorber los nutrientes indispensables que nos proporcionan una buena salud en general.

A ello hay que añadirle el no fumar, que afecta de forma muy negativa a nuestra boca y a nuestra salud general, y no abusar del alcohol.

Solo así, y visitando a tu dentista, al menos, una vez al año podrás mantener una boca sana.